Las ostras forman parte de los alimentos de alta gama de distintas culturas, entre ellas la nuestra, la Mediterránea. Sin embargo, tienen un sabor muy peculiar y la primera vez no gusta a todos por igual. Además de estar riquísimas, son muy buenas para la salud, por lo que son uno de los pocos placeres que no te hace sentir culpable. Las ostras son ricas en zinc, omega 3, proteínas y minerales como el hierro, por lo que puedes incluirlas sin problemas en cualquier dieta equilibrada.Unas buenas ostras deben ir acompañadas de un buen vino, de lo contrario estropearemos la experiencia y ni las ostras sabrán bien, ni disfrutaremos con el vino. Pero ¿cómo elegir con qué vino debemos acompañarlas? Esto es lo que explicaré en este artículo.
Para empezar, cuando realices un maridaje debes tener en cuenta una regla básica: nunca debes anular o camuflar los sabores. El maridaje tiene por objetivo potenciarlos, darles distintos matices y crear contrastes, pero nunca perder la esencia del auténtico sabor de los ingredientes que vamos a maridar con el vino.
Para crear combinaciones de éxito tenemos 2 opciones:
- Jugar con la similitud de sabores (por ejemplo, beber una copa de brandy con trufas de chocolate en las que la trufa se ha elaborado con brandy).
- Buscar el contraste de sabores (por ejemplo, algo dulce con algo salado).
En el caso de las ostras, yo me inclino por la segunda opción, optaría por buscar el contraste.
Ahora debes preguntarte ¿a qué saben las ostras? Una ostra sabe a yodo y a sal marina. Y es por eso que muchas personas dicen que su sabor les recuerda a la mar. Es un sabor fino y salado. Esto ya descarta todos los vinos tintos, matarían su sabor. Necesitamos un vino joven y algo afrutado. En nuestro caso, el vino ideal es el Celler Arrufí Panical.
Vino Celler Arrufí Panical
Este vino es intenso en nariz, con notas de aromas a frutas tropicales que contrastarán con el gusto salado de las ostras y ligeras notas de hierbas mediterráneas que le darán el toque del ecosistema mediterráneo. Panical además es un vino ecológico y vegano. Ecológico quiere decir que no hemos tratado la tierra con pesticidas químicos por lo que su sabor proviene 100% del suelo, el sol y el viento seco de La Terra Alta. Vegano significa que no hemos utilizado huevo para clarificarlo, con lo que no hay ningún producto animal y su sabor es aun más puro.
Prueba y ya me contarás.
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Sol Fernández.