
El terroir
Los terrenos de la Tierra Alta suelen ser francos y limosos, entre neutros y ligeramente alcalinos y con poca cantidad de materia orgánica. El tipo más representativo de este suelo es lo que llamamos aquí “panal”.
El panal es un terreno con más predominio de arena que de arcilla, resiste muy bien la compactación y retiene la humedad necesaria para el desarrollo de la planta, permitiéndole llegar a la maduración sin excesivos problemas de agotamiento.